Estamos rotísimos (IV): Lo difícil que es ser (más o menos) buena persona.
En esta fábrica de c*brones.
Hace unas semanas vi un trend en TikTok que decía algo así como:
“La cantidad de esfuerzo que requiere tener un físico promedio y una casa más o menos limpia es completamente asombrosa.”
Te dejo aquí el vídeo “original” (no sé si es el original, es que me salió en la búsqueda):
https://vm.tiktok.com/ZNdUHuhdu/
Y aquí uno de los vídeos que hablaban del tema a raíz del vídeo anterior (este es el que me apareció primero):
https://vm.tiktok.com/ZNdUHmHFL/
Y sí.
Es cierto.
Requiere energía, tiempo, dinero y cierta estabilidad emocional que no siempre tienes.
Ya hablamos el otro día del tema del físico (aquí tienes la newsletter anterior por si te la perdiste). Pero voy a ir más allá, porque después de ver el vídeo lo primero que pensé fue: ¿Y el esfuerzo que requiere ser (más o menos) buena persona en 2025?
De esto sí que no habla nadie.
¿No es genial? Otro día que te estoy estropeando🤣
Ser buena persona agota.
No hablo de ser perfecta, ni de ser siempre amable, ni de ser esa persona que cae bien a todo el mundo.
Hablo de lo básico.
De no mentir.
De no manipular.
De no explotar a nadie.
De pedir perdón cuando metes la pata.
De no usar tu trauma como excusa para hacerle daño a los demás.
Y hacerlo cada día.
Con todo lo que pesa la vida.
Sin que nadie te aplauda por ello.
Es más, no solo no vas a conseguir ningún reconocimiento, por norma general te va a perjudicar porque así es como funciona el entorno hostil, egoísta e hiperindividualista en el que vivimos.
El entorno no ayuda.
Vivimos en un sistema que incentiva justo lo contrario: mentir, pisar a otros, ser hipócrita, no aceptar tu responsabilidad en lo que haces… y sobre todo, ganar. Cueste lo que cueste.
Sé que hay personas que van a arrugar la nariz al leer esto pero los entornos laborales son, en general, una fábrica de c*brones.
Ahora vendrá alguien a decirme “pues en mi empresa nos llevamos todos genial y es todo fantástico” y yo me alegro muchísimo pero la realidad de muchos entornos laborales es la competitividad salvaje y el sálvese quién pueda.
De hecho solo tienes que fijarte en la transformación que sufren las personas después de llevar un tiempo trabajando. Incluso en la que tú has sufrido.
Da miedito.
No puedes pasarte más de la tercera parte de tu día en un entorno así y esperar que no te afecte. De ahí que mucha gente esté rotísima, porque vive en una lucha constante entre hacer lo que está “bien” o hacer lo que sabes que te hará quedar bien, ganar más dinero o conseguir un ascenso.
Y ojo, no estoy justificando a las personas que se portan mal con otras personas (especialmente conmigo😅), solo digo que es la vía fácil para tener una existencia más cómoda.
Ser “buena gente” ni es cómodo ni es fácil, es una decisión que tomas cada día (varias veces al día) para poder estar tranquila contigo misma aunque sepas que no te beneficia. Es una M*ERDA y quién diga lo contrario, miente.
Ser buena persona es ir a contracorriente.
Y yo estoy aquí para darte la palmadita en la espalda que no te va a dar nadie y para decirte que si estás hasta el moño es normal.
Tú no eres el problema.
S.
Gracias por esto Sandra... Ser buena persona todo el rato se ha convertido en un acto de resistencia y cuanto cuesta además 🤕🤕🤕