Estamos rotísimos (VIII): Estamos "sanando" demasiado.
Y dejamos de vivir por el camino.
Y llegó el final…
Seguramente no lo sabes pero hace más de un año empecé a escribir un ebook (el título era “Aprende a hacerlo mal”). Cuando llevaba más de 100 páginas escritas decidí que no quería hacerlo. No me gusta crear contenido sobre desarrollo personal/psicología por lo que te cuento en esta última newsletter, entre otros motivos.
Sin embargo, pensé que estaría bien compartir algunas ideas y de ahí salió “Estamos rotísimos”. Si te ha gustado puedes ayudarme suscribiéndote a la versión de pago para animarme a seguir escribiendo (aunque ya te aviso que estoy escribiendo ficción😅).
Este es un fragmento de una newsletter que abrí el otro día:

Es una idea que veo bastante últimamente. Me hace gracia porque a mí, igual que al resto de los psicólogos, esta situación no me sorprende lo más mínimo.
La moda o la proliferación de discursos sobre salud mental, desarrollo personal, autocuidado, etc. ha tenido algunas consecuencias positivas. Muchas personas pueden encontrar validación, pueden sentirse menos raras y pueden poner nombre a lo que les pasa (en teoría porque no siempre es así, no es muy buena idea poner nombre a lo que te pasa a partir de un post de RRSS). Pero también tiene muchas consecuencias negativas que se han ignorado durante demasiado tiempo.
La necesidad de analizar, entender y etiquetar todo, unida a esta cultura “performativa” en la que no solo hay que hacer las cosas sino que tienes que mostrar que las haces (y tienen que ser aesthetic) se ha convertido en otra capa de exigencia que no te deja avanzar.
No es normal pasarte la vida observándote pensando cuánto tienes que sanar todavía.
No es normal pasarte la vida observando a los demás buscando red flags, apegos inseguros o comportamientos narcisistas.
No es normal leer autoayuda o desarrollo personal sin parar.
No es normal utilizar lenguaje terapéutico en todas tus conversaciones.
No es normal interactuar con ChatGPT como si fuera tu terapeuta.
Nada de esto es normal, por muy normalizado que esté. Más que “normal”, no es “sano”. No te está ayudando sino todo lo contrario.
Analizar sin moverse.
Está fenomenal ir a terapia cuando es necesario pero cuando buscas “sanar” compulsivamente a través de la terapia, la autoayuda o el contenido en RRSS es muy probable que te esté superando el miedo a hacer cosas.
No me refiero a problemas serios que requieren trabajo y procesos más largos. La mayoría de personas tiene dificultad al atravesar los obstáculos habituales de la vida. Porque la vida es… complicada.
Imagina que tuviera una varita mágica y pudiera eliminar en un segundo tus inseguridades, el miedo a equivocarte o las dudas que sembró tu última ruptura. ¿Qué harías?
Un montón de cosas, ¿verdad?
¿Y si te digo que puedes hacer la inmensa mayoría de cosas que se te ocurren ahora mismo?
Uff, quita, quita. Imposible. No estás preparada. No has trabajado en ti misma lo suficiente.
Sé que leer esto es difícil pero no hay ninguna manera de saber cuando estás lista. No se enciende una lucecita ni recibes una notificación en tu móvil. Pero si las buscas, siempre encontrarás señales que te indican que no estás lista todavía y que no lo puedes hacer.
Es una mierda. Lo sé. Estamos diseñados así y no queda otra que ir un poco en contra de lo que te dice tu cabeza porque a tu cabeza siempre le va a venir bien que te quedes dónde estás. Pero a ti no.
Autoayuda por encima de nuestras posibilidades.
Hacía mucho tiempo que no entraba en la Casa del libro de Passeig de Gràcia y ayer aluciné con la cantidad de espacio que ocupa la sección de “desarrollo personal”. En pocos años ese espacio se ha multiplicado por cuatro o por cinco. Es una barbaridad.
Y no es que me parezca mal que se publiquen esos libros, es que hay que saber cuándo dejar de buscar las respuestas en esos libros.
Lo mismo pasa con las RRSS. Los psicólogos tienen que estar ahí por trabajo y es normal que creen contenido. Pero no hay ninguna obligación de consumirlo todo😅
Piensa en otro ámbito, como la cardiología. ¿Tiene sentido seguir a 37 cardiólogos? No creo que nadie lo haga salvo que sea cardiólogo. ¿Por qué parece que sí tiene sentido con los psicólogos?. Por muy correcto que sea el contenido y por muy bienintencionado que sea el profesional, hace que estés en constante revisión y análisis. Como si fueras un proyecto inacabado que vas a pulir eternamente.
La optimización de uno mismo tiene que tener un límite.
Todas las opiniones NO son válidas.
No puedo hablar de este tema sin mencionar a los miles de creadores, influencers, coaches… que comparten contenido sobre estos temas sin tener formación ni experiencia.
Las RRSS han generado una sensación de que todo el mundo tiene algo que decir y que todas las opiniones son igual de válidas. Lo siento pero no.
Todo el mundo puede hablar de SU experiencia. Puede contar su vida. Pero no puede dar lecciones de vida.
No es lo mismo explicar que lo has pasado mal debido al duelo por la muerte de tu mascota que ponerte a dar charlas (o peor, cursos o sesiones de “terapia”) sobre superación del duelo.
Importante: Si en tu feed de cualquier red social solo te sale gente que te dice cómo tienes que vivir y cómo tienes que pensar necesitas hacer limpieza urgentemente. Lo digo completamente en serio.
No todo es tan profundo.
La gente debería poder hablar de moda, decoración o maquillaje sin tener que justificarlo.
No todo tiene que ser “profundo”.
No todo conlleva un aprendizaje.
Me da igual que la gente ahora tenga alergia a lo “superficial”. Necesitamos a muchas más personas que nos lleven a la superficie o nos quedaremos toda la vida en el fondo.
Lee por diversión. “Pierde” el tiempo. Ponte una serie malísima. Deja de querer que todo tenga un sentido y una utilidad.
Creo que ni los filósofos más conocidos le daban tantas vueltas a las cosas y mira cómo acabaron todos: FATAL🤣
De verdad que esto no es para que nos volvamos todos tontos, es para que recuperemos la cordura (y sé que hay gente que estará pensando “¿pero y la cantidad de personas que son tontísimas y solo ven contenido basura y memes?”. A esa gente no la vas a rescatar con tu esfuerzo, ¡¡tú no puedes hacer el trabajo por ellos!!
Volver a gritar.
Aunque me estoy acostumbrando no deja de sorprenderme la gente que utiliza compulsivamente el lenguaje terapéutico.
Supongo que se ve como una terminología más precisa o rigurosa para referirse a las cosas. Paradójicamente lo que se ha conseguido es que no signifique nada. No es que los psicólogos nos guardáramos esas palabras porque no las queríamos compartir con los demás, es que no hay ningún beneficio en que se usen sin ton ni son.
De hecho el trabajo del psicólogo es justo lo contrario. La gente utiliza sus propias palabras y el psicólogo las adapta para hablar su mismo idioma. Si tú le dices a la psicóloga “mi compañero de trabajo es un impresentable” no te dirá “no, perdona, tu compañero de trabajo es un narcisista”. Trabajará con lo que le das para entender tu mundo y ayudarte a funcionar en ese mundo (y se puede funcionar en el mundo estupendamente diciendo que hay gente impresentable o imbécil, no hace falta que sean psicópatas🤣).
Pero lo que se ha conseguido es que las personas vayan a la consulta del psicólogo como si fuera una entrevista de un podcast y están más preocupados por utilizar las palabras correctas que por expresar lo que sienten.
No basta con identificar y sentir lo que sea que sientes, ahora hay que analizarlo durante horas, dedicarle 10 páginas en tu journal y empaquetarlo todo de una forma poética. Si no, no lo estás haciendo bien.
“Sanar” es algo que se hace a través de la propia experiencia. Va contigo mientras haces cosas. Y no es un proceso correcto ni bonito. Es un cuadro. Es desorden. Es imperfecto, como las personas.
Tiene que desaparecer la preocupación por hacerlo todo bien.
Y hay que recuperar algunas cosas: pegar un grito alguna vez, no dar una explicación detallada para todo, enviar a alguien a la mierda sin más.
No pierdas de vista el contexto.
Por último, es importante que entiendas que todos estos ejercicios y métodos de trabajo individual para que “sanes” son herramientas para que encajes en un sistema que es un desastre.
Tú no eres siempre el problema y si te sientes fuera de lugar lo mejor que se puede hacer a veces es dejar de intentar “arreglarte”. Habla con otras personas, lee ficción o ve series/pelis que cuenten historias con las que te puedas identificar.
A veces no se puede solucionar el problema pero sí puedes dejar de sentirte rara o sola.
Ese era el objetivo de esta sección, espero haberlo cumplido.
S.
P.D. Si esta serie te ha acompañado, te ha hecho pensar o te ha dado ganas de tirar el móvil por la ventana (me pasa mucho), puedes apoyarme suscribiéndote a la versión de pago.
Gracias por estar al otro lado!